Es una de las laderas de la sierra de Santa Cruz, en el término municipal de Orcajo, se guarda uno de los tesoros medioambientales de nuestra comarca, y que además es toda una rareza natural: se trata del bosque de pinsapos (Abies pinsapo) conocido popularmente como " el Pinsapar", el cual es fruto de una audaz y acertada repoblación forestal llevada a cabo a comienzos del siglo XX.

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La rareza de la ubicación de estos abetos en plena ibérica zaragozana reside en que se trata de una especie muy poco habitual en estas latitudes, siendo las sierras de Ronda y Grazalema sus enclaves naturales más al norte de la península. Por ello, desde el año 2018 el Pinsapar de Orcajo fue declarado "arboleda singular" por el Gobierno de Aragón.

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La orientación norte y húmeda de la ladera, una altitud media de unos 1.200m, así como la fuerte pendiente del terreno, hicieron posible la correcta integración de esta especie de abeto de elegante porte y fácilmente distinguible por sus acículas dispuestas radialmente en las ramillas.

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Desde el pueblo de Orcajo, dirección norte, sale el PR-Z-60 que a través de una pista forestal nos deja a los pies del comienzo del sendero local del Pinsapar. Caminando por su interior, nos asaltará la impresión de estar atravesando un típico bosque de coníferas de los países nórdicos. Todo un espectáculo en los días más húmedos.

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Además, al estar situado en plena ibérica zaragozana, no será raro poder avistar en las alturas el vuelo poderoso de un águila real, ver fugazmente la carrera de un corzo a nuestro paso, o escuchar el misterioso ulular del cárabo al anochecer.