El Aguallueve de Anento es uno de esos parajes naturales mágicos que sorprenden al visitante cuando menos se lo espera, situado junto a uno de los "Pueblos más bonitos de España".

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El Aguallueve es en su esencia un manantial natural de donde emergen sus aguas lentamente, pero de forma continua, como si de gotas de lluvia se tratasen (de ahí su nombre), crando un espectacular relieve kárstico en la piedra caliza que da lugar a paredes repletas de humedad, musgos, helechos y pequeñas cavidades.

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El continuo goteo de sus aguas genera un bonito valle que rebosa naturaleza por los cuatro costados y que puede recorrerse a través de los senderos que le dan acceso desde Anento, entre la frondosidad y el verdor del bosque de ribera: álamos, fresnos, pinos, zarzamoras, hiedras ... protegerán nuestros pasos, mientras podremos disfrutar del canto aflautado del mirlo, el inconfundible "cu-cu" del cuco común, o la visita rápida y furtiva de algún corzo.

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Además, el contraste entre el verde del bosque de ribera donde la hiedra cubre los troncos, los tonos pardos y frisáceos de las paredes de piedra caliza y el rojizo intenso de las cárcavas de arcilla que flanquean el pequeño valle, generan un paisaje único y singular.

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El agua se recoge en una balsa (donde está prohibido bañarse) que después se canaliza para el riego de campos y huertos, aprovechando así los recursos naturales al máximo.

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A lo largo del sendero que nos lleva al Aguallueve desde Anento, podrás encontrar un merendero donde descansar, saciar tu sed en la fuente habilitada, o complementar la ruta con el acceso a los restos del castillo o al torreón celtíbero.

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